¿Son las redes sociales imprescindibles en nuestra sociedad? Facebook, Twitter, la española Tuenti y un sinfín de redes más se han hecho un hueco en la vida de casi cualquier persona. No se trata solo de adolescentes y generaciones que han nacido con un ordenador bajo el brazo en lugar del tradicional pan, el ratio de edad de los usuarios abarca cualquier etapa de la vida.

Algo de importancia tendrán estas redes cuando la prestigiosa revista Times ha nombrado como personaje del año a Mark Elliot Zuckerberg, creador de la red social más grande todas las existentes: Facebook. El motivo de este nombramiento tiene, para Times, una explicación muy clara: «haber conectado a más de 500 millones de personas en todo el mundo».

Sin embargo, la opinión pública no parece estar demasiado de acuerdo con este nombramiento. Las votaciones populares otorgaban este título al australiano Julian Assange, creador de Wikileaks y en prisión desde hace unos días por un presunto delito sexual.
Zuckerberg creó Facebook en 2004, cuando tan solo tenía 19 años y estudiaba en Harvard. Desde entonces la red social cuenta con más de 550 millones de usuarios de internet en 75 idiomas.

A pesar de todo, son los internautas quienes más decepcionados se han sentido con este nombramiento. En Twitter han sido numerosos los mensajes que, tras las horas posteriores al nombramiento, han acusado a la revista de no haber tenido valor para nombrar como personaje del año al creador de Wikileaks. Y no es de extrañar, en estos últimos días un considerable grupo de empresas han ido accediendo a distintas presiones políticas para dejar de ofrecer sus servicios (ni siquiera se trata de ayuda o similares) a Wikileaks y/o su creador.

Para seguir la discusión del nombramiento del hombre del año se ha creado en Twitter un “hashtag” propio: #Zuckerberg y desde el Twitter de @WikileaksAus podemos encontrar las siguientes declaraciones en forma de tweet: “Editors snub Readers, choose @facebook‘s Zuckerberg NOT @wikileaks‘ Assange as Person of the Year. Proof @Time‘s a Magazine NOT a Democracy” («Editores sobre lectores, escogen a Zuckerberg, de Facebook, y no a Assange, de Wikileaks, como personaje del año. Prueba de que Time es una revista y NO una democracia”)

Pero este nombramiento no ha tenido repercusiones solo en Twitter, como era de esperar también Facebook se ha hecho eco de la noticia, el ganador, y padre de la red social, publicaba en su página de Facebook (dónde si no) el siguiente mensaje al conocer su nombramiento: “Ser nombrado el personaje del año por Time es un verdadero honor y un reconocimiento a como nuestro pequeño equipo está construyendo algo que miles de millones de personas desear usan para que el mundo esté más abierto y conectado. Estoy feliz de ser parte de eso.”

Es cierto que las redes sociales tienen un peso importante en la vida actual. No se trata solo de ocio, de unir persona, sino de poderosas herramientas de trabajo que, usadas de manera correcta, pueden ser la base de una democracia sólida. Sin embargo, no es motivo suficiente para otorgar un galardón de esta “envergadura” al creador de Facebook. Seamos serios y dejemos de defender las redes sociales como si fuesen una especie de Biblia, de Santo Grial.

La era 2.0 está aquí, pero eso no debe cegarnos, es mucho más importante la labor llevada a cabo por Julian Assange que la realizada por Mark Elliot Zuckerberg, sin embargo las presiones y el poder de los Gobiernos sigue siendo la misma que cuando los ordenadores no habían llegado a nuestras vidas.

Internet, redes sociales, sociedad 2.0… y el poder siguen teniéndolo los de siempre.

Márchese, León de la Riva. Márchese

 

Las mujeres llevamos siglos aguantando la cultura de un país tradicionalmentemente machista. Nuestras antepasados pelearon por nosotras, por conseguir unos derechos, unas condiciones dignas. Lucharon para que nosotras pudiésemos aspirar a una igualdad de trato, para equiparar nuestra valía a la de los hombres. Me niego a pensar que todos esos años de lucha no han servido para nada.

Me indigna saber que las mujeres seguimos recibiendo un sueldo menor que los hombres cuando realizamos un mismo trabajo, me enfada que tengamos que soportar que nos pregunten si queremos ser madres en una entrevista de trabajo, pero lo que ya sobrepasa mi nivel de tolerancia es que tengamos que seguir escuchando bravuconadas machistas en boca de representantes de la sociedad.

Tipos (me niego a llamarle señor) como Javier León de la Riva sobran en esta sociedad. Francisco Javier León de la Riva ha asegurado que Leire Pajín, la nueva ministra de Sanidad, «va a repartir condones a diestro y siniestro por donde quiera que vaya y va a ser la alegría de la huerta». Pero esto debía parecerle poco, porque ha continuado sus declaraciones añadiendo que «cada vez que la veo esa cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a decir».

¿No va a decir qué? Como si fuese necesario que aportase alguna perlita más. Vergonzoso, no encuentro otra palabra. PP y PSOE están condenados a estar enfrentados, a defender cada uno su ideología, a llevar la contraria al de al lado por sistema y todo el mundo lo asume y lo acepta porque forma parte de las normas de la democracia. Lo que no entiendo es que nadie, sin importar el color político que lleve en sus palabras, desprecie, humille y trate de poner en vergüenza a nadie simplemente por ser mujer, por su aspecto físico o por las iniciativas que tome.

De nada sirve que ahora Don Javier León de la Riva simule estar muy afectado y nos venda la moto de que está profundamente disgustado por lo que ha dicho de la nueva ministra de sanidad. Eso no me sirve ahora, a toro pasado, cuando el PSOE ha llegado incluso a pedir su dimisión. Yo iría más lejos, pediría su destitución inminente.

No se trata de un ataque político ni de un desencuentro ideológico, se trata de un insulto gratuito, de un desprecio a una persona por el simple hecho de ser mujer. Me gustaría saber qué piensan las mujeres del PP de las declaraciones de su compañero de partido.  Máxime cuando no es la primera vez que lanza una discurso de estas características. Todos los vallisoletanos recordarán otra de las muchas salvajadas que ha soltado el que se hace llamar representante de la ciudad. La afectada en aquella ocasión fue Soraya Rodríguez, candidata a la alcaldía de Valladolid por el PSOE, a la que ridiculizó por su intento de instaurar el tranvía como medio de transporte público en una ciudad con unos niveles de contaminación en el aire bastante preocupantes, y a la que dedicó una «coplilla«.

Lo de este señor (con perdón de los señores) no tiene nombre, o bueno sí: misógino. Don Javier Leon de la Riva, háganos un favor a todos, deje de manchar el nombre de la ciudad de Valladolid, deje de insultar, menospreciar y vapulear a las mujeres y dedíquese a lo que le corresponde, representar a una ciudad que para nada está de acuerdo con sus declaraciones  sexistas y denigrantes.